Donde se pone el dedo, salta el pus. Esa impresión tiene el ciudadano común cuando se entera de los diversos escándalos que afectan a entidades y empresas estatales bajo administración del Gobierno del presidente Evo Morales. Los escándalos desatados en el Fondo Indígena (Fondioc), Emapa, el programa Bolivia cambia, Evo cumple, Televisión Boliviana, Barcazas chinas, YPFB, Aduana, Vías Bolivia, los 33 camiones, CAMC, Fuerzas Armadas y Lotex, aparecen como los casos más emblemáticos de un fenómeno que se ha transformado en un lastre para la democracia boliviana.
El multimillonario desfalco en el Banco Unión, donde una red de directivos se rifó durante 10 meses unos 37,6 millones de bolivianos (5,4 millones de dólares), señala el grado de descaro e impunidad con que se manejan los corruptos en Bolivia.
Bolivia cayó 14 puestos en el índice internacional de corrupción y se ubica ahora en el puesto 113 del mundo, de 176 países analizados, según el último informe de la organización Transparencia Internacional (TI).
La debilidad de las instituciones y mecanismos de control estatal es uno de factores fundamentales que explican esta proliferación de hechos de corrupción en Bolivia. La crisis del Poder Judicial, afectado todavía por la injerencia del poder político, agrava el cuadro porque genera un marco de impunidad donde los delincuentes saben que, frente a la debilidad de la justicia, se impone la ‘ley del más fuerte’ y del ‘todo vale’.
Si a esto se suma que desde la cúpula misma del poder político se priorice la pelea por mantenerse en el poder de cualquier forma, incluso vulnerando la propia Constitución, antes que la lucha contra la corrupción, el desempleo y la pobreza, entonces vamos por mal camino.
Polémico por refugiados políticos
Marcelo Soza respondió al desafió que planteó Evo Morales a los refugiados políticos de volver al país “si son machitos”. Mediante redes sociales, el exfiscal del caso terrorismo retó al Primer Mandatario a someterse juntos a la justicia internacional y a una prueba de detector de mentiras.
A su salida a Brasil, el exfiscal aseveró en una carta que el Gobierno compró testigos e hizo sobornos para armar el caso terrorismo, y que además fue convocado por Evo Morales a reuniones para tocar este tema.
“Yo hace mucho tiempo le desafié a someternos a un detector de mentiras, sin embargo usted Presidente nunca respondió, por el contrario haciendo gala del poder que es efímero, mandó a sus vasallos a agredirme verbalmente ya que usted no tiene la valentía de dar la cara, yo nunca ordené matar a nadie, ni nunca hice lo que ustedes con abuso de poder hicieron”, escribió Soza en Facebook.
“No es justo que por la angurria de poder que usted tiene (refiriéndose a Morales), existan miles de familias sin poder retornar a la tierra que les vio nacer por el solo hecho de contradecirle; no aceptar la dictadura en que nos tiene inmersos o no prestarse a ocultar los crímenes que ustedes cometieron”, agregó.
Fuente: erbol.com.bo