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jueves, 13 de noviembre de 2014

El Deber no podía fallar. encomendó a Peña y Llilo la crónica de la primera comparecencia del General Benemérito del Ejército Boliviano Gary Prado Salmón ante el tribunal de Sentencia que lleva el bullado juicio. quizo mostrar en un lado de la balanza sus múltiples merecimientos de servicio a Bolivia y en otra, la falacia de Soza de haberle inventado cargos.

C. PEÑA Y LILLO / G. ARANCIBIA
cpena@eldeber.com.bo
El general Gary Prado Salmón, que en octubre de 1967 comandó el grupo militar que detuvo a Ernesto Che Guevara en La Higuera, inició ayer su testimonio en el juicio por supuesto terrorismo recordando que tuvo una carrera sin tacha en las Fuerzas Armadas y que el destino jugó a su favor cuando se equivocaron en el intento de matarlo en Brasil para vengar el deceso del guerrillero argentino-cubano. 


Prado, que cuestionó el menosprecio a las leyes que siente se vive en el país, contó que en 1968 un militar alemán fue asesinado por desconocidos cuando llegaba al departamento donde vivía junto a su familia. 

Aquel hecho de sangre marcó la vida de Prado, ya que 20 años después se enteró de que el blanco de los criminales en realidad era él y no su camarada extranjero. “Esa fue la primera vez que la izquierda quiso cobrarme la muerte del Che, ahora, en el juicio, es la segunda”, apuntó el militar, que en el inicio de su testimonio mostró la medalla del Alto de la Alianza, impuesta en días pasados por el Centro de Diplomados en Altos Estudios Nacionales destacando su contribución al desarrollo y a la integridad del territorio nacional.

Una audiencia diferenteA diferencia de otras sesiones del juicio por supuesto terrorismo, la de ayer fue una audiencia en la que la mayoría de los procesados se mantuvo en silencio y escuchando con atención el testimonio que dio Prado, que muchos de los enjuiciados comentaron que fue como una clase de historia del país.

Prado trató con su relato de mostrar su vida y su carrera militar ante los juzgadores para que la pongan en una balanza frente a las acusaciones hechas por el exfiscal Marcelo Soza.

“Estoy orgulloso de haber contribuido a la democracia. Mi carácter no ha sido asesinado”, indicó Prado, que anunció para hoy contar la relación que tuvo con Eduardo Rózsa.

Reuniones reservadasEl fiscal Sergio Céspedes aseguró que hay muchos acusados que buscan la conciliación y tal vez un juicio abreviado. No negó ni confirmó la realización de reuniones reservadas, pero dijo que los que se sometan a esa ley lo harán de manera voluntaria. “Los acusados que creen en su inocencia y no quieren, seguirán en juicio”, dijo