Vistas de página en total

martes, 23 de mayo de 2017

por fin algo positivo. Oscar Ortiz señala que YPFB revisa procedimiento de adjudicación de cuantioso contra. Evo insistió en todo el proceso favorecer a TECNIMONT beneficiada con el mayor contrato de la historia.


El senador Óscar Ortiz (UD). | Foto archivo
El senador Óscar Ortiz (UD). | Foto archivo

Ortiz: Novillo revisa proceso de contratación de Tecnimont para planta de propileno

LA PAZ |
El jefe de la Unidad de Transparencia del Ministerio de Hidrocarburos, Edmundo Novillo, aceptó revisar el proceso de contratación de las tres fases del proyecto de la Planta de Propileno y Polipropileno, a la que se adjudicó la empresa italiana Tecnimont por más de 2.000 millones de dólares.
La información fue proporcionada por el senador Óscar Ortiz (UD), quien señaló que en respuesta a la petición de informe que envió a Novillo, en el que le demanda y justifica su pedido de investigación, recibió una respuesta en sentido de que está en revisión el proceso de adjudicación de las tres fases.
"He recibido una respuesta del jefe de Transparencia que indica que había recibido los documentos relativos al proceso de contratación de la Planta de Propileno y Polipropileno y que también lo están revisando y que oportunamente se hará conocer el informe", señaló a ANF.

Ante la negativa del presidente de YPFB, Guillermo Achá, de que estuviese incurriendo en algún tipo de "favoritismo" a Tecnimont, por haber adjudicado a la italiana la fase FEL 1 para de visualización del proyecto y FEL 2 para la ingeniería conceptual del proyecto, el senador de oposición dijo que con esa explicación, el aludido reconoce que tiene a una empresa beneficiada como juez y parte del mismo proyecto.

"Ha ratificado mis preocupaciones (Achá), hasta ahora no he formulado la denuncia, he pedido que se abra la investigación. Está claro que la empresa adjudicada ha sido juez y parte; si una empresa se adjudica el estudio inicial de preinversión, el diseño conceptual y al final se adjudica la construcción por más de 2.000 millones dólares, claro pues que ha sido favorecida", señaló.

En cuanto a la supuesta reunión sostenida entre la sociedad accidental Tecnimont y Odebrecht con el vicepresidente Álvaro García Linera, para hablar sobre el proyecto de la Planta de Propileno y Polipropileno, Ortiz dijo que es importante confirmar si se dio el encuentro.

"Hay que verificar (si hubo la reunión) porque si bien Odebrech no termina siendo parte de la suscripción final, el hecho que fue parte y la propuesta inicial despierta susceptibilidades porque se ha comprobado que esta empresa tan grande de Brasil tenía una metodología de trabajo que implicaba hechos de corrupción para la adjudicación de contratos", sostuvo.

El experto en asuntos energéticos, Hugo del Granado, observó a YPFB por adjudicar a Tecnimont en sociedad con Técnica Reunidas (TR), la primera fase de la Estrategia de Contratación (IPC), lo que implicaría por segunda vez otorgar a la italiana el rol de juez y parte.

"Esta adjudicación es irregular, Tecnimont se convierte, por segunda vez, en juez y parte. El asunto es anormal porque Tecnimont podrá escoger a los proveedores de equipos de la lista que ella misma elaboró, y será fiscalizada por una empresa cuyos términos de referencia fueron preparados por ella misma, se responderá a si misma todas las consultas técnicas y asesorará a su contraparte (YPFB) en la relación contractual con ella misma", observa Del Granado.

El analista cuestionó que Tecnimont fue la misma empresa que se adjudicó el primer contrato para el estudio de Ingeniería Conceptual del Proyecto de la planta, pero también se hizo de la segunda fase para revisar y validar los resultados del primer estudio, la elaboración de la Estrategia de Contratación para la fase de construcción (IPC), la adecuación de los Términos De Referencia (TDR), entre otras tareas dentro del proyecto.

"Posteriormente y dado el colapso de Odebrecht, Tecnimont cambió de socio y se presentó con la empresa española Técnicas Reunidas (TR), que construyó la planta de Gran Chaco", dijo.

En criterio del entrevistado, YPFB debió vetar la participación de Tecnimont en la convocatoria a Comparación de Ofertas del IPC, pero en septiembre de 2016 aceptó que la empresa asociada a TR presente su propuesta pese al evidente conflicto de intereses, y el 24 de marzo hizo conocer mediante una nota que la sociedad fue adjudicada para la primera fase del IPC.

"En un escenario de relajamiento de las normas y ética funcionaria, están dadas las condiciones para que en este escenario se produzcan las irregularidades por ausencia a la investigación y castigo", aseguró Del Granado.

Odebrecht está implicada en la mayor investigación sobre corrupción en la historia de Brasil por el caso de Petrobras, de la cual obtenía beneficios inflando los costos de los proyectos de la petrolera. El Departamento de Justicia de Estados Unidos la multó con 2.600 millones de dólares por utilizar el sistema bancario de ese país para mover el dinero de los sobornos.

800 millones repartieron los corruptos brasileños con sus corruptos "socialistas siglo 21" en los países del ALBA. 800 millones cuyos destinatarios serán desenmascarados horas más, para que el mundo sepa cómo actuaron con los contratos dolosos para enriquecer a las élites gobernantes. LTD


Brasil, corroído por la corrupción

Como los hechos lo demuestran la corrupción fue en Brasil el punto débil de un proyecto político que no logró ponerse a la altura de las esperanzas que despertó. Un mal que por no haber sido afrontado a tiempo se extendió como un cáncer maligno.

La decisión del Supremo Tribunal Federal (STF), el más alto tribunal del Poder Judicial de Brasil, cuyas atribuciones son las de una Corte Suprema de Justicia y de un Tribunal Constitucional, de aceptar el pedido hecho por la Procuraduría General de la República (PGR) para someter al presidente Michel Temer a una proceso investigativo bajo los cargos de obstrucción de la justicia, corrupción pasiva y asociación ilícita, nuevamente ha llevado a la crisis en que está sumido Brasil a un punto cuya gravedad es tan grande que ha encendido las señales de máxima alarma no sólo en ese país sino en toda la región.

Las razones que explican esta preocupación son muchas y muy justificadas. Es tan grande la gravitación de ese país en el escenario político y económico latinoamericano que los efectos multiplicadores de su crisis se extienden más allá de sus fronteras y se ciernen como una temible amenaza sobre la estabilidad de toda la región.

A lo anterior se suma la expectativa con que es esperaba la publicación de la lista de los funcionarios de 11 países que habrían recibido sobornos de la empresa Odebrecht. Se teme que en esa lista figuren personajes de primer nivel en las estructuras políticas de sus respectivos países, por lo que los efectos políticos del escándalo podrían alcanzar una dimensión continental.

Los previsibles efectos económicos son igualmente grandes. El desplome de la bolsa de valores de Sao Paulo de los últimos días, por ejemplo, ha dado nuevos argumentos a las más pesimistas previsiones que auguran un empeoramiento de la recesión de la economía brasileña durante el año en curso, todo lo que ha tenido efectos directos e inmediatos en Argentina, donde el precio del dólar se disparó ayer hasta batir un nuevo récord histórico. Y si las dos principales economías de nuestra región dan señales de tanta fragilidad, no es difícil prever que ningún país puede considerarse libre del peligro de ser arrastrado en la caída.

Ante tan complejo panorama, como no podía ser de otra manera, se multiplican las reflexiones, análisis y elucubraciones teóricas en busca de explicaciones para el descalabro brasileño y sus consecuencias sobre un país que hasta hace no mucho tiempo era visto como un modelo digno de ser admirado e imitado.
Lamentablemente, como los hechos ahora lo muestran, todos los éxitos que Brasil acumuló durante los últimos años, han sido puestos en riesgo de perderse como directa consecuencia del efecto corrosivo de la corrupción, que durante los últimos años fue socavando las bases sobre las que se sostenía la estabilidad económica, política y social.

Como ahora se ve, la corrupción fue el punto débil no sólo del proyecto político encabezado por Lula da Silva y el PT sino de la élite política y empresarial brasileña que no supieron hacer frente a ese mal oportunamente.
Ahora, cuando las investigaciones en curso ponen en evidencia que la corrupción es un fenómeno que no reconoce fronteras políticas ni ideológicas, sólo queda esperar que la reacción para combatirla tampoco lo haga. Y que la amarga experiencia brasileña sirva para que en nuestro país no se cometa el mismo error y se le dé al tema la importancia que merece antes de que sea demasiado tarde.