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lunes, 12 de mayo de 2014

demoledora entrevista de ANF en Brasil. demoledora para el Gobierno, para Romero, la Fiscalía, el Régimen en general. Marcelo Soza concedió entrevista ratifica haber involucrado a 39 personas por instrucciones del Gobierno (Evo.Alvaro.Romero) y prefabricado pruebas.

Miércoles 9 de abril, 16:35 hora boliviana. Marcelo Soza Álvarez operaba su celular sentado en la mesa de un café ubicado a pocas cuadras de la Explanada, allá donde se concentran los tres poderes del Estado Federal de Brasil. El ex fiscal saludó tranquilo a dos periodistas bolivianos porque después de dos meses de asedio judicial, encontraba la oportunidad de decir su verdad.
Venía vestido de un traje azul, con un semblante notoriamente repuesto, con gafas colgadas en el pecho, probablemente, para cubrirse del ardiente sol carioca. No había planificado una entrevista sino una charla informal que él consideraba un desahogo a sus múltiples preocupaciones que le trajeron el haber sido fiscal del polémico caso Rózsa, impulsado por el gobierno. Al final aceptó una entrevista grabada de nueve minutos con ANF.


Como la mesa fue pequeña pidió ir hacia otra más cómoda, donde manifestó que era un alivio hablar con gente boliviana, mejor si fueran periodistas alejado ya del acoso de medios de prensa, hostigamientos judiciales, que él llama persecución política porque decidió - señala él - no hacer más caso a los mandatos del gobierno para impulsar el proceso judicial contra 39 imputados en el caso terrorismo.
Soza relató a la ANF su estadía y expresó su agradecimiento a Brasil por haberlo acogido generosamente tras su forzada salida de Bolivia. Sin embargo, calificó de acertada su decisión ante la persecución política de la que fue víctima por parte de la Fiscalía y el Órgano Judicial que lamentablemente - dijo- "están cooptados por el Ministerio de Gobierno que digita todos los procesos de su interés político".
En ese sentido, el ex fiscal se ratificó en su contenido de la carta al pueblo de boliviana de 11 de marzo entregada a la Policía Federal de Brasil cuando ingresó a ese país. "Yo la reconozco la carta, yo la firmé y yo la presenté ante la Policía Federal, lo leí ante los medios de comunicación y esa es la carta que yo he firmado de puño y letra y no puedo retroceder en eso. Yo lo hice ante la persecución política que se me viene haciendo desde hace tiempo lamentablemente, con el único interés de beneficiarse políticamente en las disputas internas del MAS".
En su carta, Soza afirma que durante la investigación por el caso Rózsa corrieron sobornos, compra de testigos y presiones para incluir, sin pruebas, a líderes cruceños y aseguró que el audio, donde asegura que el caso era un montaje gubernamental, fue grabado por funcionarios del Ministerio de Gobierno para destruirlo en alianza con la oposición.
Soza negó que su salida haya sido coordinada con los opositores y procesados por el caso Rózsa y demandó pruebas a quienes sostienen esa teoría y recordó que el gobierno siempre acusa sin tener pruebas, a diferencia de él, que tiene pruebas contundentes para su descargo.
Dijo que salió de Bolivia porque su vida estaba y aún está en riesgo debido a que "no existe garantía judicial" y la prueba son los procesos judiciales armados desde la Fiscalía General que lo sindica de una serie de cosas, entre ellos caso de extorsión, sin tomar en cuenta que las personas que supuestamente dieron dineros, no están ni siquiera procesadas.
Negó que sea cabeza de la red de extorsión y aseguró que las denuncias y procesos impulsados fueron armados para defenestrarlo y utilizar el tema para beneficios políticos y personales de la gente ligada al gobierno.
En torno al proceso por incumplimiento de deberes, recordó que en ese tiempo estuvo gozando de su vacación laboral, autorizada por el Fiscal General del Estado, lo cual es otra muestra que no existen ni garantías constitucionales porque todos los procesos legales son digitados por el Ministerio de Gobierno.
Dijo que por el momento, no tiene pensado volver a Bolivia en resguardo de su seguridad personal y de sus familiares, e hizo votos para que algún día la verdad se pueda conocer. Por el momento ya obtuvo una autorización de trabajo y espera afinar el idioma y la escritura en portugués para encontrar una fuente de empleo que le permita subsistir en esa ciudad.
Marcelo Soza se desenvuelve con normalidad y vive en un departamento rentado que lo paga con sus ahorros generados cuando era Fiscal de Materia en La Paz, a donde dice haber llegado en base a un concurso de méritos.