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lunes, 9 de septiembre de 2013

estupor provoca la lectura de ideas descabelladas como que la opinion "perdonaría a H.Roca" para inculpar a Ormachea. nada de ello si Roca es culpable que lo pruebe la Justicia, Ormachea es un "extorsionador a ojos vista" sin perdón alguno.

En el oficialismo están convencidos, y lo hacen notar abiertamente por diferentes medios, que la extorsión es una manera aceptable de poner a raya a los que ellos llaman “delincuentes”, apelativo con el que descalifican a cualquiera que se opone a su proyecto político. Pensar así es más o menos como lo hacían los niños que le sacaban la lapicera a su compañero: “ladrón que roba al ladrón…”, decían. ¿Puede un Estado actuar bajo la misma premisa? Para empezar, existe una presunción de culpabilidad, que además tiene la sentencia de alguien que no está facultado para administrar justicia y en segundo lugar, el que comete la extorsión resulta ser un sujeto con un prontuario todavía más frondoso que el de sus víctimas, que para el caso del Gobierno viene a ser al revés. Y no es chiste, hay quienes se están lamentando por las penurias que le está tocando vivir a un individuo de la talla de Fabricio Ormachea y no tardarán en aparecer manifestaciones de apoyo, las mismas que podrían tener éxito pues el blanco de sus estribillos será nada menos que la poderosa e imperialista FBI. Qué interesante será ese día, pues por primera vez los ciudadanos que todavía sueñan con un Estado que cumpla y haga cumplir las leyes, podrán ver a todos los maleantes en un mismo lado. Hoy la confusión todavía genera muchas vacilaciones.