Vistas de página en total

martes, 8 de enero de 2013

sorprende la actitud del Juez Orellana "me ratifico en el fallo en contra de Ostreicher" lo que está en línea con Quintana "ojalá no se prueben los cargos" y la ratificación por Evo de los ministros responsables...Fiscal Guerrero al frente de la indagación


El fiscal general Ramiro Guerrero volvió ayer a tomar las riendas de la investigación sobre la red de extorsión. Por la mañana participó de un acto en Sucre, pero pasado el mediodía llegó a Santa Cruz para sostener una reunión general con la comisión de fiscales que investiga el bullado caso.
Guerrero no tomó contacto con los medios de comunicación, pero se conoció que sostuvo intensas reuniones con los fiscales y que evalúa el avance de la investigación.

En las últimas horas se supo que las indagaciones se ampliaron. Por ejemplo, el exjuez Fernando Orellana, que envió a la cárcel a Jacob Ostreicher y que estaba en calidad de testigo, pasó a ser investigado. 
Por esa razón, ayer, a las 15:00, se presentó en la Fiscalía para brindar sus declaraciones; sin embargo, no fue recibido por los fiscales, que argumentaron que estaban con recargadas labores. La audiencia de Orellana fue fijada para mañana. 
En breve contacto con la prensa, Orellana explicó que la decisión de enviar a la cárcel a Ostreicher estaba enmarcada en la norma, por lo que no tiene de qué arrepentirse. “Si hubiera cometido un error podría arrepentirme, pero por los fundamentos presentados por la Fiscalía había elementos suficientes para detenerlo. El momento en que me sentí presionado, yo renuncié”, dijo.
 Por otro lado, se conoció que la audiencia cautelar del vocal Zenón Rodríguez y del juez Wilson Arévalo fue marcada para el miércoles 16. Ambas personas han sido implicadas  en el caso de la red de extorsión.
   El año judicial   
Por otro lado, durante el acto de inauguración del año judicial las autoridades se refirieron a este caso. 
En su discurso, la presidenta interina del Tribunal de Justicia Departamental, Teresa Lourdes Ardaya, habló de los logros alcanzados en 2012 y lamentó el hecho de corrupción que se ha destapado y que involucra a personeros del Gobierno, fiscales, jueces y abogados 
   Para saber    

Los allanamientosEl decano del Tribunal Supremo, Jorge von Borries, admitió que por primera vez en la historia se allanaron despachos de jueces y vocales.
Piden la imputaciónEl Consejo de la Judicatura pidió al juzgado copias de la imputación del vocal Zenón Rodríguez y del juez Wilson Arévalo para suspenderlos.
Uribe no fue citadoLa comisión investigadora aún no citó al ex fiscal general y Mario Uribe para que declare.

por la segunda vez, celebrar lo acertado del razonamiento de Los Tiempos, que considera una "señal peligrosa" la actitud de Evo de defenestrar a Delgado que pidió investigar y apoyar a los ministros involucrados en el caso Ostreicher. cuestionada su moral.


Por su propio bien y el de la nación, bien haría el Presidente en apoyar las acciones dirigidas a develar el caso de extorsión
Mucho se ha escrito acerca de la soledad del poderoso y de los mecanismos que se crean para que éste no perciba las consecuencias de sus dichos y hechos, porque hay gente que lo rodea que, sea por convicciones ideológicas o, más comúnmente, por intereses particulares, se encarga de que así suceda.
El tema es pertinente por la actitud que ha asumido el Presidente del Estado ante la sucesión de denuncias sobre la existencia de una red de extorsión conformada en el seno de los ministerios de la Presidencia, Gobierno y Transparencia, con sólidos vínculos con fiscales y jueces. Desdiciendo su discurso sobre el combate a la corrupción, y antes de que las investigaciones concluyan, el Primer Mandatario ha decidido respaldar tajantemente a los dignatarios involucrados (los que, sin duda, tienen responsabilidad política) y, casi en forma simultánea, defenestrar a la presidenta de la Cámara de Diputados que, en estricto cumplimiento de sus atribuciones constitucionales y legales, así como interpretando la retórica del partido en función de gobierno, exigió que las investigaciones en este caso no se queden en los niveles medios de las instituciones involucradas.
Hasta ahora, el Primer Mandatario tuvo el cuidado de preservar su investidura. Probablemente el caso más representativo de esa actitud fue el procesamiento del segundo hombre fuerte del MAS y quien era considerado un posible sucesor presidencial, Santos Ramírez, involucrado en un hecho de corrupción que fue descubierto por obra del azar y que incluyó un asesinato. Entonces, el Presidente dejó que sea la justicia la que actúe y, para ello, exigió la renuncia del principal acusado, entonces presidente de YPFB.
Sin embargo, el Presidente ahora abandona esa cauta y correcta postura, y ese abandono puede ser interpretado –como lo han hecho muchos analistas– en sentido de que al dar un respaldo contundente  a los ministros involucrados antes de que terminen las investigaciones judiciales y al mismo tiempo agredir a la presidenta de Diputados que exigía que las investigaciones lleguen a fondo, está emitiendo un peligroso mensaje a la ciudadanía: más allá del marco jurídico vigente en el país, lo que importa es el sentir del Mandatario y es ese sentir el que debe imponerse, se adecue o no a la Constitución y las leyes.
Está claro que un mensaje de esta naturaleza, además de ser moralmente cuestionable, afecta, por un lado, a la Constitución Política del Estado, en circunstancias en que muchas de sus cláusulas están siendo puestas en cuestión por sus propios impulsores, y por el otro, a la en sí misma precaria institucionalidad que el MAS trata de construir luego de haber destruido la que fue construida trabajosamente desde la recuperación democrática en 1982, y a un principio básico de la democracia: la independencia de poderes.
En ese escenario, por su propio bien y el de la nación, bien haría el Presidente en apoyar las acciones dirigidas a develar el caso de extorsión y recién adoptar decisiones políticas consecuentes de manera que se impida que experiencias de esa naturaleza se repitan.
Caso contrario, no siempre habrá conspiraciones a las que acudir en búsqueda de explicaciones.