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domingo, 22 de julio de 2012

aunque Humberto Vacaflor se refiere al narcotráfico y a la hoja de coca tiene que ver "con el Chapare profundo" que está cambiando por "Ciudad Juárez" a regiones enteras de Bolivia

Como un pulpo cuya cabeza está en el Chapare, la influencia del narcotráfico está cubriendo el territorio nacional y algunos de sus tentáculos atraviesan las fronteras, hasta llegar bien adentro de la geografía de algunos países vecinos. El diario “El Tribuno” de Salta informó que la población fronteriza de Salvador Mazza, que se comunica con la boliviana de Pocitos, junto a Yacuiba, se ha convertido en una “Ciudad Juárez” de la Argentina. En la última semana, los enfrentamientos entre traficantes de la cocaína del Chapare produjeron tres muertos en la zona. En la frontera con Brasil, las poblaciones de San Matías y San Ignacio tienen un toque de queda dictado por los narcotraficantes. A partir de las ocho de la noche, esos dos pueblos y la carretera que los une son “Ciudad Juárez”. De día recuperan sus nombres del santoral. Es en esa frontera donde deberán concentrarse los ejercicios conjuntos de las fuerzas aéreas de Bolivia y Brasil a partir del 22 de julio, como lo prevé el acuerdo trilateral del que participa también Estados Unidos. Según César Maia, ex alcalde de Río de Janeiro, el tránsito de avionetas del narcotráfico a través de esa frontera se multiplicó por 500 en los últimos cinco años. Los ejercicios de las fuerzas aéreas de los dos países contarán con la asistencia de sus colegas de Estados Unidos. Otro tentáculo del Chapare llega hasta la frontera con Chile, donde convive con contrabandistas de ida y vuelta que llevan o traen autos robados, autos ilegales, quinua, droga y lo que sea. Es el territorio donde, y no por casualidad, se están dando casos de avasallamientos de las minas de empresas privadas. Allí ha surgido una reciente jurisprudencia: el secuestro de personas no es delito. Más cerca de la cabeza del monstruo, en Yapacaní, se reproduce el toque de queda del narcotráfico en la carretera que va al Chapare. Sólo los traficantes pasan por allí sin problemas. Y alguno que otro funcionario de YPFB a bordo de vagonetas oficiales, con permiso de circulación. El parque Choré, vecino de Yapacaní, es un territorio que, según el dirigente campesino Miguel Campero, ha sido tomado por narcotraficantes colombianos. Allí, el toque de queda del narco incluye a los policías, que no tienen pisada en ese territorio. Algo similar ocurre ahora, según dice Marcial Fabricano, en el TIPNIS, donde podría ser que el presidente Evo Morales, ahora en una millonaria campaña electoral en la zona, coincida con adelantados de las FARC, quizá sin saberlo. Los adelantados del grupo colombiano también quisieran que se construya la carretera por el parque, a fin de que los cultivos de coca se expandan. Uno de los tentáculos más largos del Chapare ha llegado hasta Buenos Aires, donde el mayo pasado se encontraron fábricas de cocaína que usan, por supuesto, coca boliviana. En cambio, los tentáculos dirigidos hacia Chile no han penetrado mucho, sobre todo porque ahora el gobierno de Sebastián Piñera ha decidido frenar en todo lo posible el ingreso de droga en su territorio, en un gesto que parecería tener alcances geopolíticos. Los tentáculos del monstruo son muchos más. Para aludirlos haría falta muchas más páginas..

Fuente: eju.tv - Los tentáculos del Chapare
http://eju.tv/?p=221893

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