Como parte de su denuncia sobre la sospechosa adjudicación del ingenio de San Buenaventura al holding chino CAMCE, Unidad Nacional insiste en el hecho de que una de las socias de este consorcio, la empresa Shenzhen Vicstar Imp. & Exp. Co. Ltd., no sólo está involucrada en la construcción de una planta azucarera que costará 172 millones de dólares, sino también en los siguientes otros proyectos estatales:
Planta de estaño de Huanuni (industria minera): 50 millones de dólares. Papelbol (industria de papel): 13 millones de dólares. Ferrocarril Montero Bulo-Bulo (también con CAMCE): 246 millones de dólares. Cartonbol (industria del papel): 14 millones de dólares. Total (inclusive San Buenaventura): 495 millones de dólares
“Todos estos proyectos fueron adjudicados con el sistema de contrataciones directas creado y aplicado por el Gobierno de Evo Morales”, dijo Samuel Doria Medina, presidente de UN.
“Nosotros consideramos que este sistema, que evita las licitaciones y por tanto la publicidad y transparencia de los procesos de adjudicación, es estructuralmente favorable a la corrupción”, añadió.
Así UN exigió al Gobierno aclarar “con información y no con amenazas, insultos e investigaciones revanchistas”, las razones por las que la misma empresa, que se presenta a sí misma como especializada en importación de maquinaria, ha participado y ganado procesos en cinco áreas sumamente distintos.
La denuncia indica que al participar de adjudicaciones por casi 500 millones de dólares, esta empresa se ha convertido en la transnacional que ha acumulado contratos por la segunda suma más alta de la historia de las compras estatales, sólo después de la empresa adjudicataria de la construcción de la gigantesca planta de amoniaco y urea Bulo Bulo.
“La empresa Shenzhen Vicstar Imp. & Exp. Co. Ltd tiene un enorme éxito en las contrataciones directas que el presidente Evo Morales ha dejado a la discrecionalidad de sus gerentes. ¿Alguna entidad de control del Estado se preguntará por qué?”, inquirió Doria Medina.
Hace unos días Unidad Nacional afirmó que el proceso de contratación directa de la empresa encargada de la planta de San Buenaventura fue suspendido, y se pasó a la adjudicación directa para acceder al proyecto a CAMCE y por tanto a Shenzhen Vicstar, que hasta ese momento no había cumplido con el imprescindible requerimiento de presentar una boleta de garantía.
El partido opositor argumentó que durante la contratación las autoridades responsables decidieron entregar la obra a CAMCE, pero como ésta no cumplía con los requisitos, se la adjudicaron directamente.
“El proceso no contó con mecanismos de publicidad y de participación que pudieran proteger los intereses del Estado y dependió por completo, como al parecer norma el reglamento de contrataciones de San Buenaventura (el cual no se ha dado a conocer), de una sola persona, el gerente general del Ingenio”.
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